La asamblea de indignadxs de Andorra presentamos a finales de julio una moción para que el pleno del ayuntamiento se comprometa a aprobar en plazo de dos meses un reglamento de paticipación ciudadana. En tanto llega ese momento, solicitamos que el pleno se obligue a llevar a sus sesiones las preguntas y propuestas que los ciudadanos presenten con cierta antelación y sean de interés general.
Pasó el agosto vacacional, el septiembre festivo, octubre, noviembre y diciembre. Confiamos que no sea necesario mucho más estudio del asunto para que finalmente se apruebe. Si no, siempre les quedará febrero para ir a una academia a prepararse.
¿Por qué la presentamos? por coherencia. si algo une a este movimiento es el sentimiento de frustración al que nos lleva el actual sistema político, que reduce la intervención de los ciudadanos en la vida política al voto cada cuatro años. En el ámbito local los instrumentos de intervención, para que tengan fuerza de obligar al ayuntamiento, y lo mismo vale para la comarca, se deben recoger en un reglamento.
Pero ¿vale cualquier reglamento? es claro que para nosotros no. No queremos una norma más. Queremos un instrumento real de participación. Y por ello nos ofrecemos a colaborar y aportar nuestras ideas.
¿Qué pedimos al nuevo reglamento?
Primero, que sea fruto de la participación ciudadana. Y para que sea así debe ofrecerse y animarse a los ciudadanos y colectivos de Andorra a que formulen sus propuestas y sugerencias.
Segundo, que huya de la burocracia que acarrea papeleo, lentitud y hastío y para ello, que se abra la participación a los canales informáticos de los que hoy se dispone, que no se multipliquen los órganos que deban servir para recoger las iniciativas ciudadanas.
Tercero, que sirva a una verdadera expresión del sentir de los vecinos y para ello que se establezcan mecanismos vinculantes para las decisiones municipales significativas.
Cuarto, que sirva al control y exigencia de reponsabilidad de nuestros representantes políticos, gobierno y oposición, sin esperar a las próximas elecciones, y para ello que se incorporen medidas que obliguen a rendir cuentas de su gestión a cada uno de los miembros de la corporación y a someterse, llegado el caso, al veredicto de la ciudadanía.
Y esto ¿cómo se hace? en eso estamos. Incorporando mecanismos que permitan dentro del actual marco legal, dar un salto democrático de forma que los representantes queden durante todo el tiempo de mandato sometidos a los representados.
Pero esto priva de poder a los alcaldes y concejales. Claro. Si no es así, ¿para qué participar? la ley les da un determinado poder, pero el cómo ejercerlo y las consecuencias de su ejercicio queda abierto a su autoegulación. la cuestión es ¿se está dispuesto a devolver a la ciudadanía lo que nunca debió salir de ella?
Esperemos que no tengamos que ir a febrero.
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